Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Samuel 1, 4-13

4 El día en que Elcaná sacrificaba, daba sendas porciones a su mujer
Peninná y a cada uno de sus hijos e hijas,

5 pero a Ana le daba solamente una porción, pues aunque era su
preferida, Yahveh había cerrado su seno.

6 Su rival la zahería y vejaba de continuo, porque Yahveh la había
hecho estéril.

7 Así sucedía año tras año; cuando subían al templo de Yahveh la
mortificaba. Ana lloraba de continuo y no quería comer.

8 Elcaná su marido le decía: «Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por
qué estás triste? ¿Es que no soy para ti mejor que diez hijos?»

9 Pero después que hubieron comido en la habitación, se levantó Ana
y se puso ante Yahveh. - El sacerdote Elí estaba sentado en su silla, contra
la jamba de la puerta del santuario de Yahveh.

10 Estaba ella llena de amargura y oró a Yahveh llorando sin
consuelo,

11 e hizo este voto: «¡Oh Yahveh Sebaot! Si te dignas mirar la
aflicción de tu sierva y acordarte de mí, no olvidarte de tu sierva y darle un
hijo varón, yo lo entregaré a Yahveh por todos los días de su vida
y la
navaja no tocará su cabeza.»

12 Como ella prolongase su oración ante Yahveh, Elí observaba sus
labios.


13 Ana oraba para sí; se movían sus labios, pero no se oía su voz, y
Elí creyó que estaba ebria,